Grandes movimientos en el software Libre. Mark Shuttleworth, fundador de Canonical, la empresa que dio vida a Ubuntu, ha llamado a la colaboración a su más importante “competencia”.

Ubuntu y Debian

 

Imagina que eres el líder de un proyecto de software. Te preocupas de tus usuarios, quieres que aprecien y disfruten con el programa que estás escribiendo. Pero también sabes que la mayoría de los usuarios no van a recibir el código directamente de ti o que tu código les llegará a través de una o de otra distribución, quizás RHEL, quizás Fedora, Debian, Ubuntu o Gentoo. Y tu puedes mantener algo de relación personal con gente de las distribuciones que te ayudan a aclarar las cosas, pero más a menudo de lo deseado, los usuarios obtendrán el programa a través de una distribución con la que tienes poco contacto. Para empeorar las cosas, en cualquier momento diferentes distribuciones pueden estar incluyendo diferentes versiones de tu código. Eso hace que los informes de errores sean más difíciles de evaluar, y que los parches que te envían sean complicados de aplicar. También hace difícil saber dónde emplear recursos para el mantenimiento de la versión estable.

Así comienza la argumentación que Mark Shuttleworth, el fundador de la empresa responsable de la distribución Ubuntu, Canonical Ltd., envió a la lista de correo del proyecto Debian. En este correo enviado por Shuttleworth se presenta y se defiende una idea que podría cambiar la manera en que las distintas distribuciones llevan a cabo su trabajo. En esencia, se propone una colaboración abierta entre mantenedores de las distribuciones, mantenedores originales de los proyectos y distribuciones entre si, con el fin de coordinarse para los lanzamientos de las distribuciones, en cuestiones como las versiones de cada programa a emplear. Propone como medida principal una “congelación en diciembre”, es decir, que cada año por diciembre las distintas distribuciones se pongan de acuerdo en qué versiones de programas van a emplear en los lanzamientos de sus distribuciones.

Shuttleworth aprovecha también para aclarar ciertos comentarios e ideas que se escucharon recientemente: 
Primero: no hubo ningún esfuerzo secreto para influir en Debian. Ninguna de las discusiones que se mantuvieron entre personas de distintos proyectos fue ningún secreto, e incluso el propio Mark salió en los medios hablando del tema.
Segundo: Esto no trata de forzar el cambio de Debian para adaptarse a las necesidades de Ubuntu. Desde Ubuntu están dispuestos a alcanzar los compromisos necesarios para trabajar con Debian y con otros. Además, parece que el debate hasta ahora se centró en el tema “Ubuntu contra Debian”, mientras que Shuttleworth piensa que todo este asunto tendrá un mejor y más grande impacto si se consigue llegar más allá de Ubuntu y Debian. Cree que si se consigue trabajar conjuntamente, pronto se unirán a la iniciativa otras distribuciones, y muchos mantenedores originales de software.
Tercero: Cree necesario hacer una llamada a la gente sin prejuicios para que comenten. Cuenta que ha visto comentarios de gente que cree que “Ubuntu es un ladrón malvado del trabajo de Debian”, y no se ve capaz de cambiar la opinión de esa gente. Y, por eso, desea que esta discusión no se convierta en un imán para comentarios estériles.

En resumen, y segundo las propias palabras de M. Shuttleworth: 

Para conseguir algo juntos, tendremos que trabajar juntos, tendremos que llegar a compromisos o tendremos que contribuir con esfuerzos al otro lado. Si la comunidad de Debian está dispuesta a considerar la idea de “congelación en diciembre”, entonces Ubuntu (y Canonical) proporcionará recursos para ayudar a Debian a conseguir el objetivo. Esto significará avanzar menos en Ubuntu, pero los beneficios de tener una planificación que pudiera atraer a muchas otras distribuciones lo compensará. Pienso que muchas otras distribuciones, que tienden a pensar en años financieros y a hacer sus planes según eso, se unirán a la idea de una congelación en diciembre, y Debian puede obtener beneficios significativos siendo parte de eso, en vez de emplear una planificación diferente.
Este es una oferta de buena fe de ayuda y asistencia para conseguir un objetivo difícil pero noble y realista. No será fácil la primera vez o la siguiente, pero va a servir de punto de partida para un proceso que traerá dividendos a Debian y al conjunto del amplio ecosistema. Preguntadles a los mantenedores originales que piensan, y si quieren colaborar, y oiréis una respuesta muy positiva.