Conocíamos Escoitar y Cómo suena Colombia, que se propusieron rescatar el sonido cotidiano de Portugal y Colombia respectivamente.

Como en la película Blue in the face, la idea es retratar la práctica permanente que nos circunda, pero en este caso el formato es de audio y la producción en red. Quien quiera, graba el sonido y lo sube, etiquetándolo (qué es) y georreferenciándolo (de donde viene).

En La Paz, Bolivia, están armando algo similar, aunque de perfil no distribuido. Paisajes Sonoros se propone que “todo lo audible de La Paz en diferentes espacios, horarios y coyunturas a disposición de quien lo desee en archivos digitales y procesados”. Muy buena iniciativa, que revaloriza el sonido como producto social y memoria colectiva.

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