Por esas cosas de la vida, ayer estuvimos un buen rato panaleando al gigantesco Oscar Alemán. Un guitarrista como pocos hubo en nuestra América. Argentino, vivió en Francia y Brasil, tomando el mejor sonido de cada lugar y época, haciéndolo propio. Nuestro homenaje a ese gigante, hoy, un día como cualquier otro.
«De una infancia pobre en el Chaco a ser el showman número uno de la noche parisina de los años treinta. De una vida familiar trágica al éxito y el reconocimiento de monstruos como Duke Ellington, Django Reinhardt y Louis Armstrong. De bailar en la calle por unas monedas a transformarse en el mejor guitarrista argentino de todos los tiempos. De llenar estadios y convocar multitudes a la indiferencia y el olvido en Buenos Aires. Retazos de una vida singular, la vida del músico que quedo en la historia como interprete, pero también como pionero del jazz en un país de tangueros.»